Ese verano especial

En muchas ocasiones ocurre que planeas algo, lo organizas durante mucho tiempo y, de repente, en un segundo, todo cambia. Eso me ocurrió a mi en el verano de 2021. 

Al final, por motivos personales, tuvimos que viajar a mi querida Valladolid y allí pasamos el mes de julio de 2021. En un instante tuve que organizar un vuelo de Estocolmo a Madrid en plena pandemia de Coronavirus: papelo, formularios, burocracia, compra de billetes. Todo esto en menos de 24 horas. Y en menos de 24 horas me planté desde Uppsala a mi casa en Valladolid. 

Nunca pensé que mi primer viaje después de la pausa creada por la pandemida de Covid19 fuera a ser de este modo. Y lo fue, vaya si lo fue. Así tuvimos unas vacaciones inesperadas en Valladolid. 

Siempre se suele decir que la ciudad que peor se conoce es aquella en la que vives o en la que has vivido. Doy fe de ello. He vivido en Valladolid, en Pucela, hasta que tenía 31 años. Pero creo que como en este verano no la he conocido nunca. Y no me refiero solo a la ciudad, sino a su provincia. 

Para empezar visitamos la bella villa de Urueña, la denominada ciudad del libro. Una maravilla de ciudad con unas vistas estupendas y en encanto especial. Da gusto pasear por sus calles y respirar literatura

Urueña Urueña

Visitamos también el museo del más conocido de los escritores vallisoletanos: el museo de Miguel Delibes. El museo merece mucho la pena y se tarda una hora en visitarlo de forma pausada disfrutando de las exposiciones. 

Museo Delibes

Del mismo modo pudimos disfrutar de algunos castillos que por algo a Castilla se la denomina de esa forma. Estuvimos en el castillo de Fuensaldaña . La guía que nos mostró el lugar lo explicó todo de maravilla. Un verdadero lujo el poder tener casi una guía privada que es consecuencia de las restricciones de la pandemia. 

Castillo Fuensaldaña

No solo Fuensaldaña sino que toda la provincia de Valladolid está llena de castillos. Cada uno con sus historias, encanto y también misterio. No cabe duda de que en el futuro haremos más visitas a los castillos de la provincia de Valladolid. 

Y como no, la ciudad de Valladolid. Tuvimos ocasión de disfrutarla muchas veces. Incluso hicimos un recorrido turístico por su centro histórico. Tiene mucho encanto y lo descubro ahora, a mis casi 45 años. Qué recuerdos al visitar el Palacio Santa Cruz. Recuerdos de aquellos días universitarios cuando acudía a las Juntas de Gobierno de la UVa . 

Palacio de Santa CruzPalacio de Santa Cruz Palacio de Santa Cruz

Y también la Iglesia de San Pablo y el museo de escultura de madera policromada. Museo en el que es casi más impresionante el artesonada de cada sala que las propias esculturas. 

Colegio San Gregorio Colegio San Gregorio

Y la casa de Miguel de Cervantes Saavedra. Todo un lugar en el que la visita de repente te anima a leer y a leer y a escribir.

 

Casa Cervantes Casa Cervantes

 

Y así transcurrió el mes de julio de 2021. Un verano diferente a otros. Un verano que no habíamos planeado pero que al final lo organizamos de una forma totalmente diferente a cómo estaba planeado. 

Y es que a veces las cosas suceden de este modo, sin planear o planeando al final en el último momento por necesidad. 

Y como no, os animo a visitar mi ciudad, Valladolid, Pucela. A perderos por sus calles por sus tabernas, disfrutar de su ambiente y de una de las ciudades más antiguas de Europa. Y, cómo no, entre visita y visita podéis escuchar un poco de música de nuestros queridos Celtas Cortos. 

Nos vemos en los bares

2 Comments

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  1. Totalmente de acuerdo que la ciudad donde uno nació y vivió durante mucho tiempo e isla que menos conoce. Es más como que he aprendido cosas de Valladolid leyéndote en el blog. Un saludo y enhorabuena por el blog. Natanael.

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